Los ‘amienemigos’ al frente de la IA en Microsoft y Google van camino de revolucionar nuestras vidas.
- Mustafa Suleyman, de Microsoft, y Demis Hassabis, de Google, eran amigos de la infancia. En 2010 cofundaron DeepMind, una startup especializada en inteligencia artificial que más tarde fue comprada por la firma de Mountain View.
- Ambos se encuentran en lados opuestos de la carrera armamentística por la IA entre los dos rivales más antiguos de las grandes tecnológicas.
Demis Hassabis, CEO de Google DeepMind, y Mustafa Suleyman, CEO de Microsoft AI, se conocieron en Londres, Reino Unido, cuando Suleyman todavía iba al colegio.
El actual jefe de la división de inteligencia artificial de Microsoft, hijo de un taxista, y Hassabis, niño prodigio del ajedrez, crecieron en distintos barrios del norte de la capital británica. Se llevan ocho años y Hassabis ya había empezado la carrera de informática en la Universidad de Cambridge cuando conoció a Suleyman a mediados de los 90.
En 2010, ambos cofundaron DeepMind junto al también investigador Shane Legg. Menos de cuatro años después, Google compró la startup de IA por algo más de 500 millones de dólares (unos 464 millones de euros al tipo de cambio actual).
Con Hassabis al frente, actualmente Google DeepMind —la división de inteligencia artificial del gigante tecnológico, que surgió de la fusión de los equipos de DeepMind y Google Brain— se encuentra a la vanguardia del impulso de Google en materia de IA.
Por su parte, Suleyman, que dejó Google en 2022, también dirige los esfuerzos de Microsoft en lo que se refiere a la inteligencia artificial.
De amigos de la infancia a haberse convertido en dos de los actores más importantes en el campo de la IA, estos dos londinenses se han encontrado en lados opuestos de una carrera cada vez más tensa entre los dos rivales más veteranos de entre las grandes tecnológicas.
Una profunda rivalidad
Hassabis y Suleyman parecen ver su relación de una forma algo distinta.
El cofundador más joven se ha pasado gran parte de su carrera a la sombra de Hassabis, primero en DeepMind y después en Google, tras la adquisición de su empresa de IA. En declaraciones al New York Times, Suleyman calificó su relación con Hassabis de «rivalidad amistosa y respetuosa».
En otra entrevista, Hassabis descartó por completo la idea de que existiese una rivalidad con su antiguo socio. Refiriéndose a Suleyman, el CEO de Google DeepMind aseguró al periódico estadounidense: «La mayor parte de lo que ha aprendido sobre inteligencia artificial viene de trabajar conmigo durante todos estos años».
Ambos pasaron más de nueve años trabajando juntos en DeepMind. Durante ese tiempo, Hassabis fue la imagen pública de la compañía y su CEO, y dirigió en gran medida el sonado acuerdo de adquisición de la startup con Google.
Eric Schmidt, quien fuese CEO de Google en el momento de la compra de DeepMind, afirmó el año pasado a Fast Company que solo conoció a Suleyman después de haber pasado bastante tiempo con Hassabis.
«En aquel momento no me di cuenta de lo buen experto en tecnología que era porque Demis le abrumaba en ese sentido: estaba como a la sombra de Demis«, apuntó Schmidt refiriéndose a Suleyman. «Pero creo que en los últimos años ha salido de esa sombra».
En DeepMind, el actual CEO de Microsoft AI fue jefe de producto y más adelante jefe de inteligencia artificial aplicada. En el año 2020, finalmente se unió a la matriz de DeepMind, Google, como vicepresidente de gestión y política de productos de IA.
Pero el intento de Suleyman de salir con decisión de la sombra de Hassabis llegó cuando dejó Google y cofundó otra startup, Inflection AI, en el año 2022.
Solo dos años después, Microsoft firmó un acuerdo de licencia con la startup de inteligencia artificial valorado en 600 millones de euros —que algunos analistas tildaron de compra velada— y Suleyman fue nombrado CEO de la división de IA de la firma de Redmond.
«Bastante implacable»
La etapa de Suleyman en Google no estuvo exenta de polémica. A principios de 2022, el cofundador de DeepMind dejó al gigante de las búsquedas online para unirse a la firma de capital riesgo Greylock Partners.
En una entrevista para la página web del fondo de inversión, Suleyman señaló que había «metido la pata hasta el fondo» cuando se le preguntó acerca de las quejas relacionadas con su estilo de gestión.
El actual jefe de inteligencia artificial de Microsoft se describió a sí mismo como «muy exigente y bastante implacable», y añadió: «Creo que a veces eso creaba un ambiente en el que básicamente tenía expectativas poco razonables sobre lo que la gente debía entregar y cuándo, y acababa siendo bastante exigente, y eso creaba un ambiente muy duro para algunas personas».
London calling
Una de las primeras medidas de Suleyman como nuevo responsable de IA de Microsoft fue poner en marcha un centro de inteligencia artificial en Londres, lugar en el que también tiene su sede la división de IA de Google, Google DeepMind.
Esta medida parece que forma parte de la gran guerra por el talento especializado en inteligencia artificial que ya está teniendo lugar entre las grandes empresas tecnológicas y prepara el terreno para una batalla más intensa con la antigua compañía de Suleyman.
«Existe una enorme fuente de talento y experiencia en IA en el Reino Unido, y Microsoft AI planea hacer una inversión significativa y a largo plazo en esta región a medida que comenzamos a contratar a los mejores científicos e ingenieros de inteligencia artificial en este nuevo centro de IA», indicó Suleyman con motivo del anuncio.
El movimiento podría resultar muy inteligente para la empresa dirigida por Satya Nadella, ya que las tecnológicas se están fijando activamente en la gran reserva de talento de la que dispone Google en materia de inteligencia artificial.
Microsoft ya está presente en Londres, pero el hecho de que sus nuevas oficinas se especialicen en la IA y estén dirigidos por el cofundador de DeepMind no habrá pasado desapercibido para Hassabis.
Los representantes de Suleyman y de Hassabis no han respondido a las respectivas peticiones de declaraciones de Business Insider.